jueves, 19 de abril de 2007

Fue o no fue: he ahí el dilema

Jueves 19 de abril de 2007, 07:26 AM

Querido hermano Jorge:

Me adeudas una noche en vela ya que desde las 04:15 estoy despierto a causa de la acuciante duda que sembraste en mi cabeza: ¿Fue nuestro padre fundador del Teatro de la Universidad de Chile o no lo fue?

A finales de la década de los 80s, yo hacía clases en la Escuela de Verano del Colegio de Profesores y en una de las últimas temporadas en que participé como profesor de profesores, me correspondió impartir mi curso en la ciudad de Rancagua. Al llegar a la sede en que se llevaba a efecto la Escuela fui recibido por los dirigentes rancagüinos del Colegio de la Orden, entre los cuales estaba el Profesor Fulano Lillo quien, al conocer mi apellido se mostró especialmente complacido.
Muchos años después, tal vez más de diez, recibí una invitación del Colegio de Profesores a participar de una ceremonia en homenaje al escritor Baldomero Lillo en la ciudad de Rancagua, donde se inauguraba –no recuerdo bien porque no guardé registro alguno- una casa museo o una exposición. La invitación mencionaba, entre otros importantes personajes que darían realce a la ceremonia, al nieto de Baldomero Lillo, el Profesor rancagüino, Fulano Lillo.

No asistí a dicha ceremonia fundamentalmente para no tener que pasar por la tentación irresistible de desenmascarar una superchería tan evidente que fue invisible a los ojos de los organizadores del acto: ¿Cómo puede alguien ser nieto de un hombre que no tuvo hijos?

En esa ceremonia, ese señor tuvo su minuto de gloria fundado en una mentira. Allá él: la conciencia suele ser un juez severo.

Concuerdo contigo plenamente en que esta historia de nuestro padre, debe ser reconstruida sobre la verdad, pues no me gustaría pasar por la vergüenza de que de pronto se presente alguien con el Acta de Fundación en la mano y nos acuse de farsantes porque en dicho documento no figura el nombre de Jorge Lillo.

Sin embargo, en nuestra tradición familiar, siempre ha existido y persistido la idea de que Lillo fue de aquellos que le dieron vida a ese Teatro, que como bien dices tú y gente más entendida que nosotros, cambió la historia de la escena nacional.

La duda acuciante que me desveló era la siguiente: ¿Cuál es el momento fundacional concreto: ¿la primera reunión de ese grupo de iluminados aventureros o el momento en que el Rector Juvenal Hernández firma el decreto que los convierte en Departamento de la Universidad de Chile?

Yo siempre supe que papá era un estudiante de Pedagogía en Castellano que un día, casi por accidente, conoció a este grupo de “locos” que habría de dejar carreras y oficios para dedicarse a esta incierta vocación artística. Ahora, gracias a la historia contada por Rubén Sotoconil, me quedan más claras aún las circunstancias en que nuestro padre se encontró con ese grupo:

“Un día de 1941, fundado y estrenado ya el Teatro Experimental, llegó a nuestra tertulia Jorge Lillo, a reclamar por la sigla CADIP para las actividades deportivas a las que él se dedicaba.

–CADIP significaba “Centro Atlético Deportivo del Instituto Pedagógico”
–¿Y para qué quieren la sigla?
–El sábado iniciamos un torneo de Basketball y vamos a imprimir un programa.
La discusión fue larga y terminó con la incorporación de Lillo al grupo teatral y, por supuesto, al Teatro Experimental. Ese mismo año, después de la primera función ingresó también Agustín Siré, actor profesional, estudiante de filosofía y cajero de la pastelería “El Negro Bueno”.
(Falta la fuente de donde fue tomada la cita).

Este testimonio de uno de los protagonistas de la historia es claro y confiable: el teatro ya había sido fundado cuando él se incorporó.

El Teatro Experimental de la Universidad de Chile, debutó el 22 de junio de 1941 con la obra La guardia cuidadosa, de Cervantes, y Ligazón, "esperpento" de Ramón del Valle Inclán. Estaba conformado por un grupo de estudiantes del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Su antecedente directo fue el Conjunto Artístico del Pedagógico (CADIP), creado y dirigido por Pedro de la Barra, cuyo primer estreno, el 1 de agosto de 1934, fue Estudiantina, de Edmundo de la Parra.
(http://www.dibam.cl/biblioteca_nacional/).

Sin embargo existen dos dudas razonables: ¿cuál debe considerarse como el acto fundacional: el debut del 22 de junio de 1941 o la fecha en que se dictó el decreto de Rectoría número 641, creando el Teatro Estudiantil el 5 de septiembre de 1941?
(http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0030013.pdf)

La segunda duda razonable es: ¿Jorge Lillo formaba parte del grupo al momento de firmarse el decreto que lleva la firma del Rector, señor Juvenal Hernández y de su Secretario General, señor Enrique L. Marshall? Y, en caso de que así fuera, ¿puede considerarse a Jorge Lillo como fundador?
Dejamos esta tarea a los especialistas, a los historiadores.

Parece ser que los fundadores fueron 28 artistas encabezados por Pedro de la Barra y José Ricardo Morales. Entre los que siguieron la carrera teatral están los hermanos Héctor y Santiago del Campo, María Maluenda, Bélgica Castro, Pedro Orthous, Domingo Piga, Roberto Parada y Rubén Sotoconil. (http://www.tnch.uchile.cl/historia.html#)

Sin embargo, esta nómina difiere de lo que encontramos en la memoria chilena que incluye los nombres de Domingo Tessier, Edmundo de la Parra, Gustavo Erazo, Coca Melnik y otros. ¿Quiénes son los otros? (http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0030013.pdf)
Finalmente, la misma memoria chilena entrega una segunda nómina, donde sí aparece el nombre de Jorge Lillo:
"Sus fundadores: Pedro de la Barra (director), Agustín Siré, José Ricardo Morales, Jorge Lillo, Domingo Piga, Roberto Parada, María Maluenda, Bélgica Castro, Coca Melnik, Domingo Tessier, Pedro Orthus, María Cánepa, Héctor y Santiago del Campo, Edmundo de la Parra, Chela Álvarez, Oscar Oyarce, Rubén Sotoconil, Kerry Kéller, Enrique Gajardo, Fanny Fischer, Oscar Navarro, entre otros".
Entonces, ¿fue o no fundador? Que lo digan los expertos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En la configuración del blog del tata, pongan que cualquiera pueda comentar (bueno, si es que quieren comentarios) pues está limitado sólo a los que tienen cuenta de bloger.
Yo quería poner esto, pero me dio lata logearme:
Qué buena iniciativa que han tenido y ya se nota la mano del diseñador (o me equivoco?).
La María Teresa tiene mucho material sobre el tata, hay que tratar de recuperarlo, escanear los miles de recortes de diario que tiene.

Unknown dijo...

se ve que se viene con todo la investigación historica.
Bastantes dudas por resolver y de esa epoca me imagino que no debe ser fácil encontrar mucho material.

Suerte.

Anónimo dijo...

Hola tío! Muy interesante pero a la vez rompecabezas eso de si el Tata fué on fué fundador. Yo solo sé por mi viejo, que el Tata, junto
a Roberto Parada, fueron los fundadores del teatro clásico en Chile. Apropósito de "que lo digan los expertos": No entiendo pq en Chile se le hacía tanta la barra a Roberto Parada y al Tata ñaka la piriñaka, encuentro que los expertos no entienden mucho su oficio...