Como algunos saben, el 15 de marzo, Alda y yo, abordamos un avión que nos llevó a la ciudad de Puerto Montt, donde habríamos de embarcarnos en la Moto Nave Skorpios II, que hace el viaje a la Laguna San Rafael. Ya habíamos hecho el mismo viaje en 1992 con el mismo motivo: escribir un libro sobre el viaje. Las espectativas eran grandes pues en aquella oportunidad Alda estuvo enferma todo el trayecto y no lo disfrutó tan a concho como se suponía. Por otra parte queríamos saber cuánto había cambiado todo luego de 16 años.
En efecto los cambios son varios... el captitán del barco es otro, el ambiente que se vive a bordo es distinto... pero qué sacamos con contar esto... hay que vivirlo para saberlo...
Lo que sí hay que consignar es que el retroceso del Glaciar San Rafael es muy notorio, ya no es tan impactante y se percibe su muerte bastante rápida. En la laguna ya no flotan tantos hielos como antes y tampoco presenta los mismos increíbles colores,pero de todos modos el paisaje es soberbio para quien lo vé por primera vez.
Basta de palabras y vamos a las fotos.
Puerto Aguirre, aldea de pescadores en el Archipiélago de los Chonos.
Entrando a la Laguna San Rafael.
Hielos milenarios.
Aún quedan esos de mágicos colores, texturas y formas.
Y otros enormes, tan altos como un barco.
Y de formas caprichosas.
Saliendo de la laguna.
Fiordo Quitralco y la Moto Nave Skorpios II
Quitralco.
Queilen, Chiloé.
Queilen
Chonchi, Chiloé.
Iglesia de Chonchi, monumento nacional.
Catedral de Castro.
Calle de Castro con puerto al fondo.
Bahía de Castro y turistas top.
Eso por ahora, ya les mostraremos las fotos restantes, que no son muchas, pero que muestran lo exhuberante de la mesa en la noche de despedida y algunos personajes que conocimos.
He aquí la firma de un ser humano que busca ser recordado y dejar un testimonio de su paso por este planeta.
Sector Las Salinas, contiguo al sector "Punta del Lacho", balneario de Las Cruces. ¿Se permite hacer fuego?
Se acabaron las tapas, la oscuridad y la molestia de abrir una por una las ventanas y sólo las de los dormitorios que se necesitaba usar... ahora toda la casa está llena de luz.
Pero, independientemente de esto, lo interesante es el aprendizaje que se obtuvo y cómo se fue optimizando el proceso de realizar las rejas y luego instalarlas... lo que en primera instancia fue un verdadero martirio, se transformó en una tarea bastante simple y rápida.
Que quede claro: esto no fue trabajo de una sola persona, sino de equipo. Diego aportó finiquitando las ventanas y aprendiendo a hacer cortes en ángulo. Alda pintó completas las 6 protecciones y otras tareas anexas, como la instalación de las mismas. Aquí tenemos a Candela descansando después del arduo trabajo.
Anteo, el hijo de la tierra, amigo nuestro y de Candela que nos acompaña a todas partes y que se ha acostumbrado a dormir en nuestra puerta... ahí lo tenemos tendido junto a una jardinera, que es otra tarea que hay que terminar... aún queda cemento, ripio y arena.
Esto de andar solo es harto penca porque hay que autosacerse las fotos... tapé gran parte de las torres, pero para que vean que el día estuvo increíble.
A pesar de las nubes y de la resolución 640 x 480, se vislumbra un panorama majestuoso.
Las palabras sobran. 
Como la tradición lo exige, hay que llenar las copas de champaña para brindar por el nuevo año que, se espera sea mejor para todos... ¿pidieron tres deseos? Yo sí: pesos, euros y dólares... 
El año nuevo nos pilló preparando el asadito... pero Catalina ya tenía engalanada una preciosa mesa para los pocos (pero buenos) comensales. 
En el año 1969 se estrenó la película 2001 Odisea del Espacio. En una de sus secuencias aparece un científico que se comunica con video conferencia con su hija cumpleañera, mientras viaja hacia la luna. Los escépticos dijeron: eso nunca pasará, refiriéndose a la video conferencia. Pues, los escépticos erraron, pues hace rato que la gente se puede comunicar de un punto a otro del planeta con voz e imagen. Para muestra un botón: Cata, Rosy y Diego en plena comunicación con Carolina y Marco, quienes estaban en un hotel en el aeropuerto de Los Ángeles, California. Ya losaños nuevos nunca serán como antes, con teléfonos negros y campanilla tratando de sonar para dar un feliz año.
Preparándonos para disfrutar, una vez más, de las exquisitas delicatessen con que suele deleitarnos doña Rosita, con su mano de monja... Todavía recuerdo cuando me iba de la U. a almorzar en la casa de Palqui... mmm...
Alda no salió en las fotos porque estaba detrás de la cámara... yo no salí porque las censuré por feo, pero hay que terminar esta entrega con una foto de nuestra anfitriona, la más que guapa Julieta Andrea Catalina, quien nos sorprendió a todos con un espectacular y elegante vestido negro. Qué se repita!
